
Tengo una casa llena de níquel y asfalto
casa atropellada
donde escucho aullidos
donde están los santos de mis santos de mis santos
y la violencia es asunto de ecos
encuentro cruces y me siento río
encuentro manchas
disidentes que alzaron sus entrañas
golpeados
contra el suelo
acariciados
contra el suelo
190.788 grupos de esqueletos
190.788 amigos muertos de amigos muertos de amigos
que gritan desde el cielo
(o quién sabe desde dónde)
que son música entrando por la sala
190.788 sonrisas deshechas que ya no son
190.788 tumbas y entierros y tierra y coronas de flores
y rezos
Tengo la constancia del azufre
en la ranura de mis dientes
el beso del forense
que sólo ejerce oficio
la voz del que soborna
/ porque no creció
Tengo tanto país escondido
que no hay mar para lavarme la memoria
no tengo punto, sutura y paraíso
porque dicen que del polvo nacen las estrellas
y somos polvo
somos eso
que se esconde en la ranura
en la rendija
tengo ciento noventa mil amigos muertos
ciento noventa mil sonrisas sepultadas
y mil personas más
en las que debo creer.
Este poema obtuvo el 3er lugar
en el concurso «Letras de Libertad»
de Un Mundo Sin Mordaza.
[…] La poesía: https://oriettedangelo.com/2016/02/13/constancia-del-azufre/ […]
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